El juez federal de Garantías Marcelo Bailaque renunció a su cargo este martes y, si Nación acepta su salida, irá a prisión domiciliaria.
El funcionario le comunicó al Ministerio de Justicia de la Nación, a instancias de la tarde y mediante un escrito con su firma, que deja el cargo. De esta manera, el imputado por tres causas ligadas al prevaricato y extorsión, evitó ser destituido.
En consecuencia a la renuncia, la gestión del presidente Javier Milei deberá determinar si da luz verde a la decisión. En caso de que esto suceda, Bailaque quedará sin los fueros propios del puesto que ocupaba y se hará efectiva la pena de prisión preventiva por 90 días, medida dictada por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario en mayo.
El juez fue imputado el 30 de abril de este año tras la acusación de los los fiscales Juan Argibay Molina, Federico Reynares Solari y Matías Scilabra, quienes le adjudicaron haberse negado a intervenir líneas telefónicas de sospechosos cercanos al narcocriminal Esteban Lindor Alvarado, manejo irregular de fondos de una cooperativa portuaria y maniobras extorsivas contra un empresario de la ciudad.
