Un joven de 24 años fue condenado a tres años de prisión efectiva tras ser hallado culpable de encubrimiento agravado por habitualidad y ánimo de lucro, y tenencia de arma de fuego.
Se trata de Tomás Refojos, detenido en mayo pasado en una vivienda de Biedma al 3800, donde personal de la Policía de Investigaciones (PDI) secuestró 37 celulares, dos armas y herramientas de reparación.
La pena fue impuesta por el juez penal Carlos Leiva en el marco de un acuerdo abreviado, validado por las partes. La investigación comenzó tras el robo de tres iPhones en el Club Gimnasia y Esgrima, ocurrido dos días antes del operativo. Gracias a datos de geolocalización aportados por las víctimas, los fiscales José Luis Caterina y Rodrigo Urruticoechea centraron la pesquisa en dos domicilios vinculados a Refojos.
Durante el allanamiento, un hombre intentó escapar por la terraza hacia la casa vecina. En ese domicilio lindero, la policía encontró 13 iPhones dispersos en un garaje. La evidencia permitió ampliar el procedimiento y confirmar que Refojos estaba involucrado en la reducción de celulares robados.
El joven ya había sido condenado por hechos similares, entre ellos estafas con iPhones mediante suplantación de cuentas iCloud. Se encontraba en libertad condicional al momento de su detención. Las armas secuestradas, una de ellas cargada, también derivaron en su imputación por tenencia ilegal.